¡Hola a Todos!
Y si... un día después de 18 años de trabajo en una empresa, de haber ocupado un cargo "preferencial" y “gerencial”, me quedé literalmente en la calle, con un título bajo el brazo, que había conseguido con mucho esfuerzo. Estudié la licenciatura ya de grande, casada, con hijos, pero gracias al aguante de toda la familia me convertí en ¡LICENCIADA!
¿Y porqué estudié de grande? No me quedaba otra, yo tenía que “estudiar” porque mi título de “profesora de enseñanza preescolar” no alcanzaba para dirigir la administración de una PYME que no paraba de crecer. Y en ese crecimiento estaba yo... ¿Qué hacía yo ahí? Un día estaba en la salita de 5 (cinco) de un jardín municipal de Villa Gral. Sarmiento, en una zona rural en el medio de un asentamiento, y al día siguiente estaba en pleno Centro de Buenos Aires, más precisamente en Alem y Tucumán, tratando de armarle a mi cuñado, “el dueño del Imperio”, la administración ¡qué no existía!...
¿Y qué les puedo contar a todos Uds. que ya no sepan? ¿La debacle del país? Me quedé sin trabajo y con más de 40 años, recién recibida, con un bagaje de conocimientos, de ser protagonista del enorme crecimiento de una empresa familiar en la década del
Pero bueno, a pesar de mi depresión, mi angustia, mis miedos me dije “¿y ahora qué hago?” Tuve que ponerme de pie.
Al principio pensé: “bueno, ya es hora de que mi marido me mantenga…” Entonces para ocupar mi tiempo, me anoté en varias actividades, por ejemplo curso acelerado de manejo (¡¡¡para qué!!! No tenía auto), gimnasia rítmica, yoga, sesiones interminables de terapia.
Más tarde intenté ser “ama de casa”, (no hay nadie que limpie como yo). Cocinaba, me levantaba a hacerles el desayuno a mis hijos que obviamente seguían con sus actividades y luego… la casa vacía y yo otra vez con esa rutina que me había impuesto. Pero bueno, algo tenía que hacer…
La verdad, eso no era lo mío. Yo NECESITABA imperiosamente TRABAJAR, tener mi sueldo, manejar mi dinero y me negaba a buscar trabajo en relación de dependencia. Tenía que hacer algo con mi vida…
Un día en el gym alguien comentó que la boutique de al lado, o sea, esa, la boutique de mis sueños, estaba en venta. Se rumoreaba que vendían el fondo de comercio. ¡¡¡ALELUYA!!! No me pregunten porqué, pero ahí nomás estaba yo, ante la antigua dueña, preguntándole sin vueltas si era verdad que se “vendía” y a qué precio.
Un día en el gym alguien comentó que la boutique de al lado, o sea, esa, la boutique de mis sueños, estaba en venta. Se rumoreaba que vendían el fondo de comercio. ¡¡¡ALELUYA!!! No me pregunten porqué, pero ahí nomás estaba yo, ante la antigua dueña, preguntándole sin vueltas si era verdad que se “vendía” y a qué precio.
Que si, que no. Que no te lo compro. Que no te lo vendo. Que es muy caro. Que es muy barato. Al final llegamos a un acuerdo y ¡gualá! Chloé ya era ¡¡¡MÏA!!!
Esa boutique que me había albergado tantos sábados. Que cuando yo llegaba se "paraban las rotativa", porque me compraba de todo. Allí estaban las MARCAS que adoro, Ayres y María Vázquez.
Esa boutique que me había albergado tantos sábados. Que cuando yo llegaba se "paraban las rotativa", porque me compraba de todo. Allí estaban las MARCAS que adoro, Ayres y María Vázquez.
Era como tocar el cielo con las manos. Entonces de buenas a primeras mis ahorros fueron a parar allí.
CERO duda, no vacilé ni un instante y si alguien me pregunta si yo sabía algo de comercio o sea "el oficio de comerciar", les digo NO, NO, NO, para nada.
Ahora de ésto ya pasaron tres años y todavía me río cuando fui por primera vez a María Vázquez y Norma Vázquez, una de las dueñas me dijo: “¿alguna vez tuviste negocio?” Y yo le dije: “No; pero fui directora, accionista, vicepresidente, gerente administrativa, etc. etc. etc. y además soy Licenciada en…” y me repreguntó "Yo quiero saber si alguna vez tuviste un negocio…” y yo desconcertada le dije “NO” “¿NI SIQUIERA UN KIOSQUITO?”, “eh... No” le dije yo…Y obviamente me miró desconfiada.
CERO duda, no vacilé ni un instante y si alguien me pregunta si yo sabía algo de comercio o sea "el oficio de comerciar", les digo NO, NO, NO, para nada.
Ahora de ésto ya pasaron tres años y todavía me río cuando fui por primera vez a María Vázquez y Norma Vázquez, una de las dueñas me dijo: “¿alguna vez tuviste negocio?” Y yo le dije: “No; pero fui directora, accionista, vicepresidente, gerente administrativa, etc. etc. etc. y además soy Licenciada en…” y me repreguntó "Yo quiero saber si alguna vez tuviste un negocio…” y yo desconcertada le dije “NO” “¿NI SIQUIERA UN KIOSQUITO?”, “eh... No” le dije yo…Y obviamente me miró desconfiada.
La verdad se trataba de “atender a las mujeres”, “asesorarlas”. “¡Vestirlas”!. Y para qué les voy a mentir, al principio me costó. Claro si la única experiencia era la de ¡consumidora! Y entonces entraba “alguien” o sea “la clienta” y decía: “quiero un jeans” y “¿qué número tenés?...Y empezábamos a revolver todo el local hasta encontrarle un jeans a su gusto y medida.
Algunas se iban muy agradecidas y otras ¡¡¡espantadas!!! No las dejábamos ir hasta encontrar los que ellas buscaban.
Y aquí cuando hablo en plural tengo que contarles que mis colaboradoras iniciales en la boutique eran por un lado mi hermana menor (maestra y licenciada en psicopedagogía), ¡¡¡OTRA MÁS QUE NO TENÍA EXPERIENCIA EN EL ARTE DE VENDER!!! y la ADORABLE hija de mi amiga: “Julietita” para todo el mundo de Chloé. Con 18 años y recién salida del secundario.
Hoy y después de tres años seguimos Julietita y yo. Mi hermana volvió a su escuela a seguir con su profesión, ya que en marzo comenzaron las clases y no tenía tiempo de seguir en la boutique. Sin embargo cuando puede se viene a darnos una mano, ahora junto con mi sobrina Candela que con sus 15 añitos está SUPERFELIZ de colaborar un poquito con Chloé.
Hace poquito, incorporamos una marca nueva, que está funcionando muy bien: La Cofradía.
Esta historia continuará...
¡Las historias se constituyen en mi debilidad, Mirta! No te imaginas lo que disfruto leyéndola y pensando en sobrina y hermana comprometidas con este proyecto. Cada vez haré más fuerza para que la gente llegue a comprar...
ResponderEliminarTe cuento que mi conducta frente a las compras es muy diferente... Soy muy calmada para comprar y ahora vieja, vieras TODO lo que tengo para acabar... Mi sobrina política, Marthica Pérez me advierte cada que puede: "Tía, ¡la gente se envejece con las cosas! hay que comprar"
En todo caso, de tu historia me queda una admiración profunda por tus decesiones, aun por las que tomaste para cumplir con estos propósitos!
Mil gratos recuerdos desde Bogotá,
María del Carmen
Felicitaciones Mirta, ¡¡que buena experiencia!!, ¿adonde está Chloe?¿horarios?
ResponderEliminarMa. Isabel
Ola MIr!!! Bueno, algo del relato conozco porque fui una de las personas a las que llegaste "buscando algo que hacer", pero no era taaan así ni cuaquier cosa...y me alegro!
ResponderEliminarNinguno de los acontecimientos que fueron sucediendo, ni los aparentes desvíos, fueron casuales en tu camino, como tampoco las acciones que emprendiste y las decisiones que tomaste. La luz de tu Conciencia guió tus pasos porque la dejaste brillar y la seguiste. "Escuchaste" tu voz interior, abriste tus sentidos y el alma, y lo que siguió -y sigue- simplemente, es recoger las flores que brotan a los lados de tu sendero, porque florecen las semillas que fuiste -y vas- esparciendo a tu paso.
Tu experiencia me enriquece, me alegra que nuestros caminos se hayan tocado en este cruce!
Te deseo Bendiciones, más Brillo, Expansión y Prosperidad!!!
Namastê - Mi Alma saluda a tu Alma
P:D: eso sí, ya sabés, en compras soy cero compulsiva y consumista básica de lo necesario, menos mal que tu negocio no depende de mí! jaja!